La oleada de despidos en las tecnológicas abre la puerta a un equilibrio en el sector

  • Opinión
Personas despidos

2023 ha empezado con un goteo interminable de titulares sobre el despido de miles de trabajadores de algunos de los principales gigantes tecnológicos. La lista es muy larga y la cifra de empleados afectados alcanza los 232.000 en todo el mundo, según cálculos de Layoffs.fyi. Amazon, Google, HP, IBM, Meta, Microsoft, Salesforce, SAP, Spotify o Twitter son solo algunas de las que ya han comunicado la noticia, y los despidos se cuentan por miles en cada una de ellas.

Tribuna de Opinión de Adelina Sarmiento, CMO de Keepler Data Tech

Sin embargo, los efectos van por barrios: mientras en Meta y Microsoft gran parte de los despidos han sido en el ámbito no tecnológico, especialmente en RRHH (a menor necesidad de contratación, menor necesidad de estos perfiles); en Google o Twitter la mayor parte se la llevaron los ingenieros, según un reciente informe de 365 Data Science.

Proyecciones de ganancias disparadas desde hace algunos años generaron una ola de contrataciones masivas para el cumplimiento de objetivos, creando un mercado de salarios al alza y endurecieron la competencia. Ahora, la inflación generalizada, los rumores continuos de recesión, la incertidumbre geopolítica; han provocado un giro inesperado hacia escenarios más conservadores. Reducir gastos “prescindibles” y centrarse en la rentabilidad. Un mensaje muy claro y dirigido a los inversores.

En este escenario, hay otra cara de la moneda que quizás se pueda ver beneficiada por este giro de los acontecimientos. Lo que hace un año era una situación preocupante para el sector tecnológico, quizás ahora pueda dar un vuelco de 180 grados. Las compañías que juegan en una liga diferente a la de los gigantes tecnológicos, enfrentan desde hace años el reto de la carencia de profesionales técnicos o especialistas, lo cual se volvió aún más preocupante cuando se anunciaban oleadas de contrataciones desde las grandes compañías. ¿Cómo competir con marcas como Meta o Amazon cuando se proponen contratar miles de empleados? Quizás cuidando a la persona a pesar de las circunstancias, justo lo contrario que ahora hacen estas multinacionales.

Más allá de la incertidumbre de los tiempos que vivimos y la coyuntura económica actual, la reacción en cadena en el mundo IT parece no acabar. Pero ¿este resultado es circunstancial y temporal o es el síntoma de un fin de ciclo? 

Lo cierto es que la salida de miles de especialistas abre una enorme oportunidad para muchas otras empresas. Gran parte del talento vuelve a estar en la calle y la competencia se va igualando, está por ver a corto plazo si se moderarán los salarios y muchas compañías que no podían llegar a ellos puedan ahora competir en estas nuevas circunstancias.

Vivimos un momento en el que muchas personas comienzan a valorar otros aspectos de su trabajo por encima del salario. Profesionales ya cansados de exceso de horas, de vivir para trabajar o de ser meros números en grandes compañías. El efecto de “la gran renuncia” estadounidense, en algunos países europeos está virando hacia “la gran renegociación”, quizás por cultura o porque la tasa de ocupación (muy superior a EE.UU en muchos países europeos) fuerza a “aguantar un poco más”, pero en buena medida se está aprovechando para renegociar condiciones, principalmente en lo relacionado con la flexibilidad. Eso sí, hablamos siempre de ese grupo profesional para el que el desempleo apenas existe. Para estos, cada vez hay más empoderamiento para elegir cómo y dónde vivir.

Entonces, ¿cuál es ahora la receta para atraer y mantener a profesionales en la organización? Hacer la vida más fácil, a través de la flexibilidad, el reconocimiento y el respeto, crear un entorno amigable y cómodo de trabajo, y disfrutar de ventajas como la promoción laboral y planes de carrera, la conciliación o la formación a la carta, son algunas de las alternativas al alcance de casi cualquier compañía. Lo casi único que hace falta es la voluntad de poner estos mecanismos en marcha.

Estos son algunos de los criterios que aplicamos en Keepler, lo que nos ha permitido soportar dos duros años de pandemia y cerrar 2022 con un crecimiento de nuestro equipo de un 40% respecto al año anterior. Pero, sobre todo, nos ha permitido mantener una tasa de rotación voluntaria muy baja para el sector, del 5,7%, frente a cifras superiores al 20% que se da en el sector de la consultoría.

4 condiciones laborales claves para el futuro

El teletrabajo a la carta y la opción de trabajo remoto, cierta flexibilidad horaria, presupuesto individual de formación y un salario que hemos intentado mantener competitivo en el mercado, nos han permitido, entre otras cosas, esas cifras de crecimiento. Pero, de entre muchos factores, vemos cuatro factores sobre los que las compañías deberían prestar especial atención.

El trabajo remoto, o híbrido, pero siempre flexible, es la guinda del pastel. Según datos de Randstad, el 66% de los profesionales consideran la opción de teletrabajo fundamental a la hora de buscar empleo. En estos momentos, esta modalidad se ve como la única válida para encontrar el equilibrio entre la vida laboral y personal. Es este el factor clave que va a permitir a las empresas contratar profesionales más allá de la localización geográfica de una oficina, incluso, más allá de sus fronteras, lo que en este contexto de profesionales que abandonan las grandes tecnológicas por despidos masivos, se vuelve muy atractivo.

El reconocimiento y respeto cobra cada vez más importancia. Sentirse valorados por aquello que aportan a la empresa, así como percibir que sus propuestas y sugerencias son escuchadas. El reconocimiento va muy de la mano con el impacto, es algo en lo que se fijan cada vez más los empleados. ¿Lo que hace mi empresa impacta de verdad en el mercado, en la sociedad, en el cliente? ¿Y mi trabajo? ¿Cómo impacta en mi empresa? ¿Qué valor aporta? Además, hay que generar canales para el reconocimiento en todas las direcciones: de arriba a abajo y viceversa, y entre iguales. De hecho, el reconocimiento de los iguales genera un entorno de confianza y respeto profesional que refuerza otros aspectos como el compañerismo, la solidaridad y el propio engagement, generando vínculos que atraen a la hora de buscar el entorno y los compañeros con los que se desea trabajar.

La formación y la inversión que en ella hace la propia empresa, enriqueciendo al empleado y a la compañía. Una empresa que invierte en la capacitación y actualización de los empleados es una empresa que mira al futuro, que aspira a mantenerse competitiva y que confía en sus empleados para continuar creciendo. Este es un mensaje muy poderoso para los equipos y las propias personas a nivel individual.

La transparencia es uno de los valores hacia el empleado que más retos representa. Sin embargo, podemos decir que en Keepler lo hemos convertido en el pilar más valorado por todos. Compartir logros, incluso dificultades, explicar los planes estratégicos, compartir cifras de negocio, detallar el porqué de las decisiones. Es un arma muy poderosa a la hora de generar equipo. Es la manera de que los empleados estén alineados con la compañía, se sientan parte de ellos y quieran formar parte del camino. Y, si no es así, tendrán libertad de elegir otro.

Trabajar para vivir, pero no vivir para trabajar. El cambio de mentalidad que trajo la pandemia ha llegado para quedarse en muchos ámbitos profesionales, y las compañías tendrán que aceptarlo y gestionarlo en positivo si quieren contar con los mejores profesionales en sus equipos. La oportunidad está ahí, la cuestión es qué queremos hacer con ella.