El talento femenino, esencial para una sociedad tecnológica más igualitaria

  • Opinión
U-tad - Laura Raya

En términos generales, la tecnología debe estar diseñada para mejorar la calidad de vida de las personas y ofrecer servicios que faciliten ciertas tareas al ser humano. Con ese objetivo, innumerables avances tecnológicos han tenido lugar en las últimas décadas; automatizando tareas, permitiendo la ubicuidad de la información o acercando a personas que se encuentran a miles de kilómetros de distancia.

Con todo ello, las sociedades se han ido transformando en sociedades digitales donde las redes de comunicaciones y las tecnologías de la información se han hecho omnipresentes, llegando a cambiar la forma de relacionarnos, de trabajar, de aprender, de cumplir con nuestros objetivos, y por qué no, de frustrarnos también.

Mayoritariamente estos avances tecnológicos han sido diseñados por hombres, quienes han incluido sus esquemas mentales, sus necesidades y sus expectativas en el modo de uso del software. Sin embargo, aproximadamente el 50% de los usuarios de estas aplicaciones tecnológicas son mujeres quienes, dada su baja presencia en la industria tecnológica, no han podido reflejar los requisitos mentales femeninos a la hora de su construcción. Esto, inevitablemente, crea una brecha digital de género, ya que la mitad de la población mundial no ve reflejada en la tecnología sus propios intereses, necesidades o formas de pensar e interactuar. Si bien las soluciones tecnológicas existentes están al servicio de ambos géneros, es uno de ellos el que debe adaptarse en su uso a modelos de pensar, buscar u ordenar la información distintos a los suyos.
 
¿Cómo de distinta es la manera de pensar entre hombres y mujeres? Es innegable los cambios en el foco atencional, la relación entre conceptos, la capacidad de contextualización o la necesidad social que pueden presentar las mujeres frente a los hombres, por lo que, en defensa de una buena experiencia de usuario, emblema de toda la tecnología del siglo XXI, es un grave error de diseño y de construcción tecnológica no tener en cuenta a la mujer.
 
No se trata de desbancar a un sexo a favor del otro, al contrario, el talento femenino complementa al masculino formando un perfecto tándem para responder a las necesidades del desarrollo de software. De forma general, la mujer suele ser más ordenada y constante en sus tareas, tiene una gran capacidad memorística y de relación de conceptos. Además, su modelo mental presenta similitudes con el de otras mujeres, lo que permite diseñar tecnología pensada desde sus inicios para usuarias, no dejando atrás a la mitad de la población que, en ocasiones, verá dificultades en las oportunidades que ésta le ofrece.
 
Las mujeres han protagonizado grandes avances tecnológicos que han cambiado el rumbo de la historia informática y de la sociedad. Sin ir más lejos, Mira Murati, la Chief Technology Officer (CTO) de OPEN AI, empresa creadora del software más revolucionario del momento actual, ‘ChatGPT’, es una mujer ingeniera que se ha convertido en una de las personas más influyentes del sector tecnológico. Y es que, las características femeninas pueden aportar grandes beneficios al sector TIC.
 
Con todo ello, es necesario que cada vez más mujeres dediquen su conocimiento y experiencia al ámbito de la tecnología, aportando su talento y sus valores a un sector que se estima cada vez estará más presente en la sociedad del futuro. Reduciremos así la brecha digital de género aún presente y potenciaremos la igualdad de oportunidades que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones.
 
Tribuna de opinión de la Dra. Laura Raya, directora de Investigación y de los postgrados de realidades extendidas en el Centro Universitario U-tad