¿Cuáles son las asignaturas pendientes para la mujer techie?

El sector tech es un claro ejemplo de cómo la tecnología ejerce como factor igualador y separador por igual. Si bien en materia salarial la brecha es menor un 3,1% menor, la desigualdad de género se refleja en datos como que por cada 100 profesionales tech europeos hay sólo 20 mujeres. Que un 68% de las empresas carezcan de especialistas femeninas es un dato realmente revelador sobre la diversidad de los departamentos IT, lo que seguramente se justifica desde el origen, ya que los estudios muestran que las mujeres solo representan el 19% de las graduadas en especialidades TIC.

Un informe elaborado por Joppy señala que son las consultoras IT el tipo de empresas que cuenta con más mujeres en la dirección (77,7%), y las que ofrecen a sus trabajadoras tech, en mayor medida, el trabajo en remoto (67%), dejando patente que la tendencia hacia el trabajo en casa rige el sector sin importar el género, siendo para todas la mejor fórmula para conciliar. El 20% de las encuestadas no tuvo que pedir el teletrabajo, ya que la empresa se lo ofreció de forma proactiva.

Desigualdad de oportunidades

El estudio reafirma la tendencia de que la gran mayoría de mujeres tech trabajan para empresas grandes, con más de 100 empleados, normalmente corporate o consultora, y es precisamente en ellas donde hay más mujeres que se reconocen afectadas por el techo de cristal (76%). A pesar de ello, se vislumbra una mirada optimista hacia las políticas de conciliación en las empresas con perfiles tech femeninos, ya que un 62% creen que las que hay son, como mínimo, aceptables. Lo que sí destaca en la encuesta es la baja preocupación por la desigualdad de oportunidades de las mujeres que trabajan en startups, entre las que solo un 10% denuncian una limitación al ascenso laboral por razones de género.

Otro de los aspectos abordados en la encuesta son los cambios que, para la mujer techie, sigue necesitando el sector, y que apuntan en su mayoría a la filosofía de las empresas, a las que les exigen reformas estructurales y de pensamiento productivo. Lidera las demandas una mejor promoción interna en igualdad de oportunidades (92%), seguidas por un horario flexible y personalizable (86%) y diversidad en los equipos de trabajo (68%), por delante de las ayudas a la conciliación, como guarderías o cheques bebé (54%), o incluso la jornada de 4 días (50%) si va asociada a cualquier disminución del sueldo.