La educación y el talento digital como palancas de la digitalización

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Como señala el informe Sociedad Digital 2023, aunque se ha avanzado en educación aún deben mejorarse los entornos virtuales de aprendizaje e incorporar en el currículo el pensamiento computacional. En lo que respecta al talento digital, existen 124.000 vacantes de perfiles digitales y el 43% de los trabajadores requieren capacitación digital.

El Informe Sociedad Digital en España 2023, publicado por Fundación Telefónica, rastrea las principales tendencias tecnológicas y su evolución en 2022, incluidas la innovación en la educación y el talento digital de la fuerza de trabajo, dos factores que se pueden considerar como impulsores de la digitalización.

El análisis del primer elemento indica que se ha realizado un notable esfuerzo con el fin de dotar a los centros escolares de tecnología, y de modernizar el funcionamiento de la actividad pedagógica, aunque todavía queda cierto camino por recorrer en el uso de los servicios más avanzados de red —como los que se basan en la nube o los entornos virtuales de aprendizaje, cuya penetración es relativamente baja.

Por otro lado, se subraya la importancia de incorporar en el currículo el pensamiento computacional, como una disciplina que enseña a plantear y resolver problemas utilizando la lógica de las máquinas inteligentes, algo fundamental para las generaciones futuras que trabajarán codo a codo con sistemas de inteligencia artificial.

En cuanto al talento digital, es una carencia patente en el sistema productivo español. En el momento actual existe una importante demanda de profesionales digitales en las empresas que no está cubierta. A mediados de 2022, DigitalES calculó que había en nuestro país alrededor de 124.400 vacantes, principalmente concentradas en los campos del desarrollo de software, los sistemas y la ciberseguridad. Resulta relevante la importancia que ha adquirido el papel del desarrollador full stack, es decir, el que coordina el trabajo del backend y el frontend en la creación de una web o aplicación, y también el QA tester, responsable del control de calidad.

El problema añadido es que esta demanda ya no se concentra en actividades tecnológicas, puesto que ya se detecta una necesidad de tener habilidades digitales en ocupaciones que no son tecnológicas. En comparación con otros estados miembros, las empresas españolas emplean a pocos especialistas en tecnologías digitales. A todo ello se le suma una importante brecha de género digital, que limita la presencia femenina en los estudios STEM, y, en consecuencia, entre los profesionales de los sectores tecnológicos.