Diez pasos esenciales para mejorar el clima laboral
- Gestión de Talento
Sentirse respetado, contar con un espacio limpio y seguro o tener una remuneración justa son factores determinantes para el bienestar de los profesionales y la empresa. Repasamos las diez medidas clave que ayudarán a generar un buen clima laboral de forma eficaz.
Un buen clima laboral es la base sobre la que se construye una empresa sólida, resiliente y competitiva, y es condición indispensable para que los empleados se sientan parte de algo más grande y se esfuercen por dar lo mejor de sí mismos pero, ¿qué elementos influyen a la hora de crearlo?
Los expertos de Therapyside han identificado algunos de los factores interconectados que las empresas deben tener en cuenta para llegar a alcanzar este objetivo:
- Reconocimiento y valoración: sentirse respetado, apreciado y reconocido por el trabajo realizado es esencial. Cuando los empleados sienten que su contribución importa, esto potencia su motivación, lo que mejorará su rendimiento.
- Comunicación efectiva: es imprescindible una comunicación abierta, transparente y bidireccional que permita a los empleados entender mejor sus roles y las expectativas y objetivos de la empresa. También favorece la resolución de conflictos y el entendimiento entre trabajadores para una mejor coordinación.
- Condiciones físicas del lugar de trabajo: un espacio limpio, seguro y ergonómico es fundamental. Las condiciones del entorno, como la iluminación, la temperatura y el ruido, pueden influir directamente en la productividad y la salud, haciendo que empeoren si no se da el ambiente adecuado.
- Equilibrio entre vida laboral y personal: fomentar la flexibilidad y respetar el tiempo libre y familiar de los empleados reduce el estrés y mejora la satisfacción laboral. El descanso y desconexión del trabajo son imprescindibles para la salud tanto mental como física.
- Oportunidades de desarrollo: ofrecer formación continua y posibilidades de ascenso promueve la sensación de crecimiento y progreso dentro de la empresa. Para el empleado es necesaria la sensación de mejora constante y eso reforzará sus conocimientos.
- Relaciones interpersonales: fomentar un ambiente de respeto, empatía y colaboración entre amigos es vital. El apoyo entre compañeros puede ser una vía de escape contra el estrés y las demandas laborales.
- Autonomía: permitir que los trabajadores tengan cierto grado de control sobre cómo realizan sus tareas puede aumentar su sentido de autonomía (uno de los pilares del desarrollo óptimo del ser humano), responsabilidad y compromiso.
- Compensación adecuada: un salario justo y beneficios acordes con las funciones y responsabilidades del empleado son determinantes para su bienestar y retención. Sentir que valoran tu trabajo es fundamental.
- Seguridad laboral: la percepción de estabilidad y seguridad en el trabajo reduce la ansiedad y fomenta un compromiso a largo plazo, te aleja de preocupaciones y te ayuda a concentrarte únicamente en tus tareas.
- Cultura organizacional: los valores, creencias y prácticas de una empresa influirán en cómo se sienten los empleados. Una cultura que promueva el respeto, la inclusión y la integridad genera un ambiente laboral más saludable.
Todos estos factores, cuando se gestionan adecuadamente, contribuyen a crear un ambiente laboral en el que los trabajadores no solo se sienten respetados, valorados y seguros, sino también motivados y comprometidos con sus funciones y la empresa para la que trabajan. Para llegar a ese nivel óptimo de gestión, los expertos de esta firma consideran clave seguir estos diez pasos:
- Realizar una evaluación inicial: hacer encuestas y reuniones para entender la situación actual de la empresa. Identificar las áreas de mejora a través de la retroalimentación directa de los empleados ayudará a la empresa a conocer los puntos débiles.
- Establecer objetivos claros: definir qué se quiere lograr con los cambios. Estos objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y limitados en el tiempo (metodología SMART).
- Fomentar la comunicación: crear canales abiertos y constantes de comunicación, donde los trabajadores puedan expresar sus preocupaciones y sugerencias sin miedo a represalias, ayudará a establecer más y mejores relaciones entre los empleados.
- Involucrar a todos: el cambio debe estar liderado por los altos cargos, pero es fundamental que todos los trabajadores se sientan involucrados en todos los niveles de la planificación y ejecución de las estrategias de mejora.
- Implementar programas de formación: ofrecer capacitaciones en soft skills, en ámbitos como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de conflictos.
- Promover la salud y el bienestar: establecer programas de bienestar internos que incluyan actividades físicas, pausas activas y talleres sobre manejo del estrés que ayuden personalmente a los empleados.
- Reconocer y recompensar: establecer sistemas de reconocimiento que valoren tanto el rendimiento individual como el colectivo. Esto puede ser a través de bonos, ascensos o simplemente reconocimiento verbal.
- Fomentar la flexibilidad: si es posible, ofrecer horarios flexibles o la opción de teletrabajo. Esto mejora el equilibrio entre la vida laboral y personal, algo muy valorado por la mayoría de los trabajadores.
- Revisar y mejorar: implementar revisiones periódicas de las estrategias puestas en marcha para ajustar lo que no esté funcionando y fortalecer lo que sí lo haga. Además, de está forma conocerás los puntos fuertes y débiles de la empresa y aquello en lo que debes mejorar.
- Crear un comité de bienestar: establecer un equipo interdisciplinario encargado de supervisar y promover el bienestar en la empresa. Este equipo debe estar capacitado para identificar áreas de mejora y proponer soluciones que se adapten a las necesidades del momento.